Profetas

El año 539 a.C. caía Babilonia en manos de Ciro el Grande. Este acontecimiento suponía el fin de una era y el comienzo de otra. Moría el imperio babilónico y sobre sus ruinas se iba a levantar el imperio persa. La raza semita, hasta ahora la principal protagonista en los destinos del próximo Oriente, iba a ceder su papel a la raza aria. Con el comienzo de los profetas de la época persa se opera un cambio substancial en el programa profético. Toca ver a los profetas: Hageo, Zacarías (1-8), Trito-Isaías (56-66), Deutero-Zacarías (9-14), Malaquías, Abdías, Joel.

En este Seminario de Profetas Pre-exílicos es ver el aporte de cada uno de los libros que como: Amós incursionamos en su marco histórico para comprender el contenido y estructura del libro, sumado a ello la teología que asume el profeta Amós; Óseas partimos de su marco histórico, su contenido religioso, las incidencias matrimoniales del profeta Óseas, su contenido y estructura del libro, su teología y actualidad de Óseas; Miqueas, el aporte del profeta, su libro y teología de Miqueas; Isaías, el profeta y su tiempo, su ministerio profético, el aporte del libro y teología de Isaías, También veremos a Sofonías, Nahum, Habacuc, Jeremías entre otros.

La catástrofe del año 586 a.C., con la destrucción del templo y de Jerusalén y la consabida deportación marca una vertiente decisiva en la historia de Israel. La divide en dos: antes y después. De cara al pasado, el exilio era un fin. Fin de la existencia nacional. Fin del estado, fin de las instituciones, era la muerte de una etapa y de una historia gloriosa. En si mismo y en el plan de Dios, el exilio era un paréntesis, un castigo, pero, purificador; un tiempo privilegiado de reflexión y de concentración de energías espirituales. Para ello, dos grandes profetas serán los responsables y los animadores de esta etapa de transición: Ezequiel y el Deutero-Isaías...

La Palabra de los profetas se cumple. El autor explica ampliamente la palabra de Dios, que en el curso de todos los milenios nos da a conocer sin interrupción el gran plan de Dios: el regreso de todos los seres caídos a la eterna casa del Padre, desde Abrahán hace 4000 años hasta Gabriele en la actualidad. La palabra de los profetas se cumple pese a todas las formas de persecución de parte de las religiones sacerdotales. La actuación de todos los enviados de Dios no es una especie de alfombra hecha de retales aparecida por casualidad en la que aquí y allá se participa a los seres humanos la palabra del Eterno. El Espíritu profético que se manifiesta a través de los portadores de la palabra está incorporado al gran plan del Reino de Dios de conducir nuevamente al Reino de Dios a los seres caídos, que en el fondo de su alma son seres divinos que provienen del Hogar eterno. Por medio de la llamada de Sus mensajeros, el Eterno, el Espíritu Libre Universal, Dios, quiere movernos a dar la vuelta y enseñarnos el camino: el camino de regreso a la Casa del Padre. Ensartada como en un hilo para perlas, la palabra de Dios se dirige a nosotros de acuerdo al estado de consciencia de los seres humanos de la época y de su sociedad correspondiente, con un significado cada vez más amplio, con enseñanzas espirituales cada vez más profundas. Autor: Martin Kübli Descargar segura en la web httpseditorialgabriele.com/ Se hacen envíos a todos los países

Jesús de Nazaret no fundó una religión. No instauró sacerdotes ni enseñó dogmas, ritos o cultos. Jesús de Nazaret trajo hace 2000 años trajo la verdad desde el Reino de Dios: La enseñanza del amor a Dios y al prójimo, a los seres humanos, la naturaleza y los animales, la enseñanza de la libertad, de la paz y de la unidad. La Palabra Eterna, el Dios Único, el Espíritu Libre, habla a través de Gabriele, así como lo hizo a través de todos los profetas de Dios: Abrahán, Isaías, Job, Elías, Jesús de Nazaret, el Cristo de Dios. En la gran obra manifestada «Esta es Mi palabra. Alfa y Omega» Cristo ha-bla a través de Gabriele, la profeta y enviada de Dios, desde el Reino de Dios sobre el pa-sado, el presente y el futuro. En Su obra, que es una obra histórica, se dirige a toda la humanidad para explicar lo que enseñó siendo Jesús de Nazaret, cómo transcurrió Su vida en la Tierra y muestra todo lo referente a la gran obra de Redención, que tiene su origen en el Reino de Dios. Del contenido: Sentido y finalidad de la vida en la Tierra Las modificaciones de las enseñanzas de Jesús de Nazaret en los últimos 2000 años Requisitos para la sanación del cuerpo Jesús enseña sobre el matrimonio El Sermón de la Montaña Sobre Dios como ser. Dios no se enoja ni castiga La enseñanza de la «condenación eterna» es burlarse de Dios La lucha de las tinieblas contra el plan de Dios y contra Sus profetas justos Jesús amaba a los animales y luchó por ellos. El ser humano está maltratando y destruyendo la vida en la Tierra La ley de siembra y cosecha también es válida para el trato con la creación Sobre la muerte, la reencarnación y la vida Igualdad entre hombres y mujeres El verdadero significado del acto redentor de Jesús, el Cristo y mucho más. 1.059 Páginas httpseditorialgabriele.com/

Por raro que parezca, no resulta fácil definir o describir qué es un profeta. Y la dificultad procede de las mismas tradiciones bíblicas y de los datos que ofrecen los libros proféticos. Porque éstos revelan que no se trata de personajes cortados por un mismo patrón, uniformes en todos los aspectos de su personalidad, su actividad o su mensaje. Llamamos profetas a Isaías, Jeremías, Eliseo, Abdías, Gad… Pero existen notables diferencias entre ellos. Y aunque no bastan para negar que los unen, es conveniente tenerlas presentes para captar lo complejo de la tarea. Al abordar la compleja imagen del profeta, hay que indagar en el tiempo que dedican a la actividad profética; en el modo de entrar en contacto con Dios; en el modo de transmitir el mensaje, en la función que desempeñan en la sociedad. Descubrir cómo se perfecciona el camino ético en la Biblia, a través de la historia, como respuesta a la implantación de modelos egoístas, basados en el poder de dominio. Valorar el fenómeno profético de Israel a fin de descubrir la ética que surge en el pueblo como respuesta a la monarquía que corrompió la propuesta ética originaria, la propuesta del éxodo.